Sueño de una noche de verano... (que se está yendo)

Se siente ya, esa nostalgia incontenible... ese sentimiento que, solo una vez al año aparece. Se siente en la brisa matutina, se siente en el aire. En la ropa.... que de a poco se va haciendo mas abultada. Recuerdo las caminatas por calles porteñas, viendo hojas secas adornando el asfalto y veredas con colores que causan sueño, combinado con el viento fresco y un cansansio debido a la rutina diaria; bien apretado a mi abrigo y pensando en ese rico mate bien calentito, con bizcochitos Don Satur, que me esperaba en mi climatizado departamentito...gracias a una estufa muy vieja pero efectiva, que calentaba todo el comedor pero no las habitaciones.

No se ustedes, pero yo extraño el humito del frio.

Y de mi niñez recuerdo estar sentado en un pequeño murito de piedra, enfrente de mi humilde pero re linda casa. Esa casa que me gustaria volver a ver, el barrio... los vecinos... aquella "vecinita" que tenia apenas 6 años menos que yo.. pero que hoy en dia se convirtió en un icono de belleza para los mas adolescentes.

Habia dias que con mis amigos del barrio, nos divertiamos yendo a comprar paquetes de galletitas de 40 centavos (alguien traia chocolate caliente y jugabamos simplemente con un desayuno) ... que tiempos esos.. en los que los precios estaban al alcance de pequeños niños con un poder adquisitivo de apenas 30 centavos cada 2 dias.

Para hacer las compras, ibamos al local de "Angelito", lo atendia una pareja mayor, muy simpáticos, pero solo de vez en cuando. Hubo una ocasion en la que yo festejaba ese suceso denominado "comunión". (nunca entendi el motivo de pasar por el barrio entregando tarjetas de comunión y mucho menos entiendo porque me tenian que dar dinero. Era como un asalto a mano santa.... y mi arma era una inerte tarjeta de comunión)

Cuando entré al pequeñisimo local, a entregar la tarjeta, sucedió lo siguiente:

• Yo, el santo: Hola Angelito, hola señora.... vengo a darles una tarjeta de comunión.....

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  Angelito: Son 4 pesos con 60........ (le estaba cobrando a una vecina, llamada Tina, muy chusma por cierto)

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  Señora, de Angelito: Hola, como estas? Bien? Tu mamá?

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  Yo, el santo: Si si todos bien, les vengo a ... (me interrumpe Angelito)

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  Angelito: Si si te escuchamos, dame.... (pero sonriendo)

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  Yo, el santo: .................... (me quedo esperando el dinero, con mi cara les decia Esto es un asalto! no ven que espero que me den el dinero?)
  
  
  

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  Señora de Angelito: ........ y que pasa ahora? Tenemos que darte dinero no? (con cara de No me saques los 4 pesos con 60 que ganamos en todo el dia)

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  Yo, el santo: No señora.... no es necesario. (me habia dado mucha pena, por eso decidi retirarme con una tarjeta de comunion menos, pero sintiendome bien)

Eran buenas personas.......... pero al tiempo un par.... de desalmados ladrones entraron al local a robar. Y Angelito los quiso sacar a escobazos, gritándoles: "Vayan a trabajar, que le van a robar a unos viejos".... y uno de estos desgraciados le disparó. Falleció esa misma noche de verano. La señora de Angelito quedó muy triste y a los pocos años tambien se retiró de la vida.

Ayyyy ese barrio, lo negativo que tenia eran los 120 metros de calle de tierra hasta llegar al asfalto. Los dias de intensa lluvia se formaba como un lodo que tragaba todo, sea persona, perro, gato o auto. Los remises no entraban, los micros escolares mucho menos.

Por lo tanto, lo único que quedaba era cruzar ese interminable campo minado. Mis zapatitos nuevos se ensuciaron como nunca, y mi pantalón de sarga (iba a colegio privado, todavia no entiendo como hacian para pagarlo, es una estrategia económica que solo una mujer podria manejar) con un poco de barro asomando por los talones.

Daba un poco de verguenza llegar al colegio en ese estado catastrofico. Parecia que hubiera estado en la guerra, y que me tuve que escabullir en unas trincheras.

Todos mis compañeros limpitos entrando al colegio y yo sacandome el barro ya seco de los zapatitos nue... nuevos? no.. ya no eran nuevos. Lo peor era estar sentado y ensuciar debajo de mi silla. Me levantaba y quedaba todo el barrito tirado. Que tonto era, como me daba verguenza eso?! Pero bueno, se aprende con los años.

Tenia mucho odio hacia un compañero llamado Santiago, recuerdo que se burlaba de mi lindo hogar. Decia que era una casa con 3 chapas y un vidrio (tenia mucho mas que eso, y ninguna chapa). Era una persona muy insoportable, rozando lo destestable. Pero luego de conocerlo bien, me di cuenta que todo lo que el decia de mi, realmente lo era el.

Yo vivia en un barrio pobre, pero el era la pobre persona. Pobre de alma.

Porque estoy contando esto? Porque ayer soñe como nunca antes, eran recuerdos nitidos, estoy tan llenos de ellos que me voy a pasar el dia entero mirando el techo y viendo imagenes de mi infancia en mi mente.

Quise compartir un poco, tal vez otro dia escriba más.

Gracias por leerme.